miércoles, 29 de abril de 2009




OVIDE DECROLY
“Una escuela por la vida y para la vida”


La pedagogía, que había dependido hasta entonces de la filosofía, a comienzos del s.XX pasa, en cierto sentido, a depender de la fisiología y la medicina. Algunos médicos como Decroly y Montessori intentarán dar a la pedagogía el estatuto de ciencia ofreciendo nuevos métodos que intentan, básicamente, racionalizar el proceso educativo, partiendo de la educación de niños deficientes. Es realmente conmovedor el entusiasmo pedagógico de estos médicos de hace un siglo.

Así, Decroly abría en 1901 su Instituto para niños anormales y en 1907 su Escuela del Ermitage para niños normales. Montessori, por su parte, el 6 de enero de ese mismo año, inauguraba la primera Casa de los Niños. Parten del mismo punto de vista: no hay diferencia en la naturaleza de los niños normales y anormales; para todos valen las mismas leyes psicológicas.
En la obra de Decroly no se puede disociar teoría y práctica. De hecho, parte de la educación especial, pero de forma que se puede extraer una teoría acerca de lo que debe ser la educación y cómo intentar hacerla realidad.

Las teorías y prácticas educativas actuales, sobre todo en educación infantil y en los primeros años de enseñanza primaria, están impregnadas por planteamientos de Decroly, incluso sin tener conciencia de ello. Puesto que es imposible hacer aquí una somera descripción de todas las aportaciones de este autor a la educación actual y su vigencia, veamos algunas de las más relevantes.

La globalización y el respeto a las necesidades de los alumnos le llevan a organizar los aprendizajes en torno a los centros de interés. La psicología experimental (la Gestalt, Piaget…) le hacen constatar que la actividad mental en el niño se produce por un primer conocimiento global de los objetos y los conceptos.
1. Los centros de interés son temas elegidos por la curiosidad que despiertan en los alumnos. Sin interés no se puede producir aprendizaje y los intereses más profundos surgen de las necesidades.
2. El partir de las necesidades de los alumnos lleva el relativismo de los principios decrolianos ya que no es un método rígido ni preestablecido, sino que está en función del reto marcado, del compromiso con los alumnos y la sociedad. Este compromiso debe ser el centro de la actividad docente.
3. Decroly propone un método global para la enseñanza de la lectoescritura. La idea básica es que el niño aprenda a leer como aprendió a hablar, espontáneamente. Él critica el perfeccionamiento aislado de los ejercicios sensoriales, y los convierte en medio de observación, atención y asociación.
4. De sus ideas sobre el juego educativo deriva la concepción del material educativo moderno. Los juegos son uno de los medios de proporcionar al niño, múltiples y diversos aprendizajes con métodos activos. Su principal objetico es favorecer el desarrollo de ciertas funciones mentales, la iniciación en ciertos conocimientos y también permitir repeticiones frecuentes en relación con la capacidad de atención, retención y comprensión del niño, merced a los factores estimulantes tomados de la psicología del juego. Suelen ser individuales, pero algunos son colectivos y se realizan normalmente sentados. Deben ser de material sencillo, ligero, poco voluminoso, poco costoso y atractivo por los colores y el diseño.

Quizá, en síntesis, la aportación más importante de Decroly, un siglo después, sea su defensa de una escuela por la vida y para la vida, es decir, importa lo que el alumno necesita, lo que nos lleva a una crítica aislada de la vida, del contexto, de las circunstancias en que se va a desarrollar la vida de los alumnos fuera de la escuela. Y esto, no por muy repetido, es muy practicado…

1 comentarios:

Unknown on 20 de mayo de 2017, 22:40 dijo...

HE REALIZADO ANOTACIONES DE TODOS LOS APORTES QUE AS MENCIONADO EN TUS POST, LEI CADA ARTICULO, AGRADEZCO INFINITAMENTE LA INFORMACIÓN. GRACIAS

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